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PROGRAMA 9 BLOQUE 4 NORBERTO RIBERA - OSCAR FASSANELLI

PROGRAMA 9 BLOQUE 3 NORBERTO RIBERA LEE A ABELARDO CASTILLO - LED ZEPPELIN - CLARI NESA PRESENTA

PROGRAMA 9 BLOQUE 2 JAVIER GONZALEZ NOS CUENTA...

Eduardo Galeano, sobre la Independencia

De los países sudamericanos, fue Quito el primer lugar en el que la independencia estalló. Al día siguiente en algún muro de la ciudad alguien escribió “Último día del despotismo y primero de lo mismo”. Mientras, en Bogotá, Antonio Mariño, quien mucho habría luchado por la independencia, diría “Hemos mudado de amo”. Su periódico, el periódico de Mariño, denunciaba que el alzamiento patriótico se estaba convirtiendo en un baile de máscaras y que gobernaban ya Colombia, decía él, los caballeros de mucho almidón y mucho botón. Pocos años después, el canciller británico brindó celebrando la libertad de las colonias españolas en América. Hispanoamérica es inglesa. Inglesas eran hasta las piedras de las veredas. Años después, el fundador del socialismo en Chile Santiago Barros, se pregunta qué ha significado la independencia para los pobres. Y dice: de los ricos es y ha sido, desde la independencia, el gobierno. Los pobres han sido soldados, han votado como su patrón se los ha mandado, han labrado la tierra, han hecho acequias, han laborado minas, han cultivado. Los pobres han gozado de la independencia tanto como los caballos de Chacabuco y Maipú (…) Uno de los generales de la región del plata, (…) uno de los que vio más claro la necesidad de que la independencia no se convirtiera en una emboscada para los hijos más pobres de América, fue José Artigas. Artigas (…) fue derrotado por los tres puertos, Buenos Aires, Montevideo y Río de Janeiro. Esto es sobre Dos traidores: Domingo Faustino Sarmiento y José Artigas. Domingo Faustino Sarmiento odió a José Artigas. A nadie odió tanto. Traidor a su raza, lo llamó, y era verdad. Siendo blanco y de ojos claros, Artigas se batió junto a los gauchos mestizos y a los negros y a los indios. Y fue vencido y marchó al exilio y murió en la soledad y el olvido. Sarmiento también era traidor a su raza. No hay más que ver sus retratos. En guerra contra el espejo, predicó y practicó el exterminio de los argentinos de piel oscura, para sustituirlos por europeos blancos y de ojos claros. Y fue presidente de su país y fue considerado prócer, gloria y loor, héroe inmortal. Algo sobre las constituciones… que fueron algo así como el broche de oro de la independencia de nuestros países… La principal avenida de Montevideo se llama 18 de Julio, en homenaje al nacimiento de la Constitución del Uruguay, y el estadio donde se jugó el primer campeonato mundial de fútbol fue construido para celebrar el primer siglo de vida de esa ley fundacional. El magno texto de 1830, calcado del proyecto de la Constitución argentina, negaba la ciudadanía a las mujeres, a los analfabetos, a los esclavos y a quien fuera sirviente a sueldo, peón jornalero o simple soldado de línea. Sólo uno de cada diez uruguayos tuvo el derecho de ser ciudadano del nuevo país, y el noventa y cinco por ciento no votó en las primeras elecciones. Y así fue en toda América, de norte a sur. Un agregado, y también en el norte del norte, en los Estados Unidos. En la primera constitución de los Estados Unidos, ella estableció que un negro equivalía a las tres quintas partes de una persona. Menos mal que después cambiaron esa primera constitución, porque si no Obama no podría ser presidente: porque un país no puede ser gobernado por las tres quintas partes de una persona. Y, volviendo al tema: así fue en toda América, de norte a sur. Todas nuestras naciones nacieron mentidas. La independencia renegó de quienes, peleando por ella, se habían jugado la vida; y las mujeres, los pobres, los indios y los negros no fueron invitados a la fiesta. Las Constituciones dieron prestigio legal a esa mutilación. Bolivia demoró ciento ochenta y un años en enterarse de que era un país de amplia mayoría indígena. La revelación ocurrió en el año 2006, cuando Evo Morales, indio aymará, pudo consagrarse presidente por una avalancha de votos. Ese mismo año, Chile se enteró de que la mitad de los chilenos eran chilenas, y Michelle Bachelet fue presidente. En realidad el primer país libre, realmente libre, independiente y libre de las Américas, no fue Estados Unidos, como dicen, sino Haití. Porque cuando los Estados Unidos se liberaron del poder colonial británico, tenían y seguían teniendo 650 mil esclavos. Y una nación que tiene 650 mil esclavos es libre para todos los demás, pero no para ellos… Dicho sea de paso, un pequeño agregado. Hubo un padre fundador moderno que la historia oficial olvidó. La historia oficial es implacable, condena a la amnesia de lo que no conviene, de lo que no es bueno que se sepa que existió. Este hombre, que era el más rico de todos, se llamaba Robert Carter, y era el más rico de todos, dicen. Y tenía una cantidad de esclavos inmensa, centenares de esclavos. De todos los fundadores de la patria, él fue el único que liberó a sus esclavos. Y no los liberó de golpe, pronto: hubiera sido una crueldad arrojarlos a la intemperie, a la calle, a la miseria. No, los liberó de a poquito, logrando para cada uno de ellos, una ocupación, un empleo. Pero los liberó a todos. Y eso fue imperdonable. Cometió un pecado imperdonable. Fue abandonado por sus compañeros de lucha, y fue también mal visto por sus amigos, por su familia, por sus vecinos, por todos. Y también por la historia, claro, que lo condenó a la amnesia"

PROGRAMA 9 BLOQUE 1 LA PESADA DEL ROCK - EDUARDO GALEANO - LOS TEKIS - NORBERTO RIBERA