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El Renacimiento por Javier Gonzalez

Hablar del Renacimiento es aludir a un movimiento cultural, cuyo surgimiento se produjo en Italia (más precisamente en Florencia) durante el siglo XIV, que se desarrolló en los dos siglos siguientes (el Quatroccento o siglo XV, y el Cinquecento o siglo XVI), que tuvo su apogeo al iniciarse el  XVI y que terminó por extenderse por toda Europa, excepto Rusia.
Este fenómeno marcó el fin de la Edad Media, es decir, diez siglos durante los cuales predominió un espíritu teológico y una mentalidad dogmática, y significó el inicio de la Edad Moderna (algunos autores relacionan su comienzo con la caída del Imperio Romano de Oriente, esto es, con la conquista turca de Constantinopla en 1453; mientras que otros consideran el mismo a partir de la llegada de Colón a América, ocurrida en 1492), y significó una nueva visión del mundo ya que el Teocentrismo (o enfoque en Dios), dió paso al Antropocentrismo (o enfoque en el ser humano) ya que las nuevas ideas consideraron al hombre como el centro de sus preocupaciones e inspiración.
El término renacimiento procede de la obra de Giorgio Vasari “Vidas de pintores, escultores y arquitectos famosos”, publicada en 1570, y trajo consigo una gran transformación cultural, no sólo en las artes, sino también en las ciencias, las letras y las formas del pensamiento.
Una de las características esenciales de este movimiento se emparenta con el rechazo a muchos de los principios del conocimiento medieval y por la admiración por el arte y la filosofía grecolatinas. Pretendió recuperar el saber clásico, buscando una nueva escala de valores para el individuo.
Frente a la sociedad medieval, en la que todo giraba en torno a la idea de Dios, el hombre  ahora pasó a ser el centro del universo, empleando la razón como fuente del conocimiento y buscando la verdad a través de la reflexión personal y la investigación.
Otra característica se vincula con el surgimiento del individualismo: el hombre se reconoce como un individuo espiritual.
Además,  esta época, en la que la separación entre lo cívico y lo religioso se hizo muy notoria , estuvo atravesada por una serie de cambios sociales y políticos y hasta por determinados descubrimientos científicos y geográficos.
En materia económica Las Cruzadas habían intensificado el tráfico comercial entre Oriente y Occidente; y los grandes feudos, autosuficientes por naturaleza, dieron paso a las ciudades estado (Venecia, Génova, Pisa y Florencia), cuyo crecimiento y enriquecimiento favoreció el surgimiento de la burguesía.
Copérnico descubre el sistema heliocéntrico (la tierra gira en torno del Sol) que viene a reemplazar el geocentrismo sostenido por Ptolomeo,  a partir del cual se creía lo contrario.
La invención de la brújula, el papel, la imprenta (Gutenberg) y la pólvora, sumados a la nueva mentalidad reinante, propiciaron los grandes descubrimientos geográficos y el acceso al conocimiento de un gran número de personas.
Por otra parte, la caída de Constantinopla en poder de los turcos despierta un gran interés por la traducción de los textos clásicos que llegan a Italia de la mano de los emigrados. La recopilación de los códices antiguos, el análisis y la asimilación del espíritu que animaba a griegos y romanos constituye el movimiento denominado Humanismo.
En materia artística, en la búsqueda  de relaciones de belleza y armonía a través de las matemáticas, los elementos góticos son reemplazados por los de las culturas grecorromanas.
La aparición de la perspectiva, esto es, la representación de la tercera dimensión, la utilización del óleo y la conversión del cuadro en objeto de deleite individual engendró a los coleccionistas y favoreció la ayuda de los mecenas, todo lo cual  contribuyó al auge de la pintura.
La iglesia, con la finalidad de que las artes estuvieran al servicio de la comunicación  y formación cristiana, continuó siendo el principal mecenas. Por tal razón, la Virgen, Cristo y los Santos se mantuvieron como temas preponderantes de la pintura y la escultura.
En definitiva, el arte renacentista girará en torno al ser humano, pero eso no significa que deje de ser religioso, sino que además de la Iglesia, aparecerán nuevos mecenas como, por ejemplo, los ricos comerciantes o la monarquía. Gracias al nuevo mecenazgo, el arte deja de desempeñar exclusivamente funciones religiosas y aparecen nuevos géneros y temas como los retratos, el desnudo, el paisaje o los cuadros mitológicos. Y además de iglesias, también se construyen palacios, ayuntamientos, universidades, etc.
Filippo Brunelleschi fue el arquitecto más importante del siglo XV en Italia y verdadero emblema del nacimiento de la arquitectura renacentista.
Rafael, Miguel Ángel y Leonardo da Vinci son considerados pilares del Cinquecento italiano. El primero de ellos como uno de los genios de la pintura de todos lo tiempos.
Miguel Ángel se destacó no sólo como escultor (“La piedad”, “David”, “Moisés”) sino también como pintor (“La creación”, “El juicio final”).
Leonardo bien podría ser calificado como el prototipo absoluto del hombre humanista del Renacimiento: pintor (la “Gioconda”, “Ultima cena”, “Virgen de las rocas”), escultor, ingeniero, geómetra, etc.
En virtud de la expansión de este movimiento a otros países de Europa, la lista de personalidades que sobresalieron en distintos campos del arte resulta interminable, destacándose, entre otros, Donatello, Tiziano, El Tintoretto, Masaccio, Botticelli, Dante, Maquiavelo, Cervantes y Shakespiare. 
Con afecto


Javier Hernando González de Kehrig